Uno de los grandes desafíos que presenta la enseñanza de la matemática en la actualidad, producto de la naturaleza abstracta de la disciplina y la utilización del lenguaje simbólico que se requiere para su desarrollo, es la restitución del protagonismo del estudiante en el propio aprendizaje, incorporando las habilidades motrices de los educando, como instrumento necesario para el desarrollo de la clase.
De manera de abordar este reto, el departamento de Orientación, a través de la educadora diferencial Johanna Morales, crea el ¨Circuito Matemático¨ que fue llevado a cabo por primera vez en nuestro establecimiento, para estudiantes de primero básico, en esta experiencia se buscaba trabajar tanto el cálculo matemático como la motricidad en una misma práctica pedagógica.
Hoy en día con ayuda del departamento de Matemática y Física y el de Educación física, se modifica esta idea inicial, para ser aplicada en estudiantes de 7mo y 8vo básico, elaborando un circuito de 6 etapas en que los estudiantes trabajan el aprendizaje colaborativo, por medio de la resolución de problemas, los cuales abordan contenidos curriculares como también desafíos de ingenio como los el cubo rubik y el sodoku. El traslado entre cada etapa requiere la realización de actividades motrices de los 3 participantes de cada equipo que realiza el circuito. De esta manera aunamos en una misma actividad pedagógica habilidades, cognitivas, motrices y afectivos.
Este diseño pedagógico no solo contempla el desarrollo de habilidades en el ámbito de las matemáticas y la educación física, sino que desarrolla la confianza de los estudiantes, propias del aprender jugando.