La educación sexual integral es trascendental y de gran valor, educar en torno a todos los aspectos de la vida que influyen en las personas, niños y adolescentes no es una tarea menor. Es por ello que el aprendizaje sobre nuestros afectos y sexualidad no es un aspecto que se debe dejar de lado o sin considerar.
A lo largo de nuestro desarrollo pasamos por varias etapas que son importantes y que cada una de ellas considera diferentes desafíos que se deben consolidar. Y es la educación sexual integral, la que puede ayudar a comprender de mejor manera nuestros cambios físicos, psicológicos, y sociales durante estas etapas.
En la primera infancia cumple gran relevancia el autoconocimiento, reconocer mi cuerpo y las diferencias entre los sexos y géneros me permitirá una correcta interacción y el aprendizaje asociado al cuidado de mi intimidad y seguridad personal. De manera posterior en la niñez el principal interés gira en torno a los vínculos con mis pares y a la autoestima, para dar paso a la instauración del cambió físico y hormonal propio de la pubertad. El término de la pubertad es el ingreso a la adolescencia, en donde el desarrollo físico se completa y el principal foco de interés se concentra en las interacciones sociales y la exploración de la sexualidad.
La educación sexual integral desarrolla bienestar de niños, niñas y adolescentes. Al aplicar un enfoque integrativo en todos los niveles de manera progresiva y en función de su edad, es importante que la educación afectiva y sexual se encuentre basada en el respeto por los derechos, igualdad de género, la diversidad y la prevención, desde un enfoque positivo que propicie un ambiente de seguridad y confianza, poniendo énfasis en los valores como el respeto, la inclusión, la empatía, y la no discriminación.
Desde el Departamento de Orientación se han desarrollado durante el segundo semestre académico talleres de educación sexual integral enfocados en afectividad y sexualidad, destinados a toda nuestra comunidad educativa desde los niveles de Medio Mayor a 4 años medios. Acompañando esta labor desde los marcos valóricos de cada familia y hogar de nuestra comunidad.
Psicóloga Educacional
Mariana Pérez González
Departamento De Orientación