Sin lugar a dudas que actualmente como país nos encontramos en un complejo escenario político y social. Y es que, si bien estamos ante una democrática reconfiguración de las bases institucionales y normativas del país mediante la redacción de una nueva constitución, el ambiente de polarización política evidencia que seguimos sumidos en una crisis política compleja de resolver.
Ante ello, como educadores del Colegio Concepción tenemos la desafiante y la compleja tarea de asumir no sólo el desafío de educar en aprendizajes y competencias efectivas mediante nuevas metodologías y estrategias pedagógicas; sino que, a la misma vez, no debemos desestimar y desentendernos, que uno de nuestros objetivos principales es también formar personas y ciudadanos que logren adaptarse y aportar al desarrollo social y cultural del país.
En tal sentido, educar en ciudadanía en tiempos de crisis, así como involucra enseñar las normativas, la institucionalidad y marcos jurídicos de la república, también implicaría educar en torno a un ethos democrático y reflexivo, concientizando en actitudes, valores y pensamiento crítico que permitan incentivar el diálogo racional y ecuánime en base a la tolerancia y la fraternidad como exigencias mínimas ( y a su vez máximas) para desenvolverse como ciudadanos de pleno derecho.
En tiempos de nocivas radicalidades , la formación ciudadana que logremos incentivar cobrará real asidero desde el momento que nuestros estudiantes logren valorar que todo proyecto país debe conformarse en sustento de los espacios de diálogo tolerante y encuentro fraterno, que complementados con el irreductible valor de toda persona como fin en sí misma-como lo afirmaba Kant-, se constituirían como bienes sociales y éticos comunes e irreductibles a los antagonismos de cualquier clase.
Formar ciudadanos finalmente , sería la tarea no sólo de nosotros los docentes, sino de toda una comunidad educativa que se logra involucrar en torno a una cultura ciudadana al amparo de la fraternidad , la tolerancia y el diálogo racional que, por de pronto, son valores fundadores de nuestro querido Colegio Concepción.