En la gestión, enseñanza y construcción de la buena convivencia, la familia cumple un rol esencial. La buena convivencia es un aprendizaje colectivo que realizan niños, niñas, jóvenes y también adultos, la cual se puede fortalecer de la siguiente manera:
a. Promoviendo habilidades socioemocionales.
b. Actuando de manera preventiva y formativa.
c. Educando con el ejemplo.
d. Motivando la resolución colaborativa de conflictos.
e. Aplicando medidas disciplinarias formativas.
f. Brindando afecto, comprensión y reconocimiento para favorecer la autoestima de los estudiantes.
Pero, ¿Qué son las habilidades socioemocionales? Las podemos entender como un conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para comprender, expresar y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales propios y ajenos. En este sentido, se ha observado que cuando los niños y niñas desarrollan estas habilidades, y son educados en un medio ambiente que estimula su desarrollo y su bienestar personal y social, se muestran más motivados para, entre otras cosas:a. Alcanzar buenos logros académicos.
b. Reconocer y manejar sentimientos que afectan su desempeño (como la frustración, el estrés, la rabia y la ansiedad).
c. Promover el logro de sus objetivos y metas personales y académicas.
d. Persistir ante las dificultades, superar los obstáculos.
e. Desarrollar y mantener buenas relaciones interpersonales.
f. Trabajar colaborativamente.
g. Enfrentar y resolver conflictos de manera pacífica.
h. Desarrollar una mayor autodisciplina y manejar su conducta en contextos diversos.
i. Reconocer y actuar a favor de sus derechos y de los demás.
j. Tomar decisiones responsables, evitando conductas de riesgo.
Por lo tanto, la pregunta que podemos hacernos es ¿Qué habilidades socioemocionales aportan a la buena convivencia y podemos fomentar en casa? Entre otras, la buena convivencia se ve enriquecida con el desarrollo de:
a. La autorregulación de las emociones.
b. La empatía.
c. La capacidad de resolver colaborativamente los conflictos.
d. La responsabilidad.
e. El respeto al otro.
f. La comunicación y colaboración.
g. La participación.
h. El sentido de comunidad.
La convivencia es una condición relevante para el bienestar y el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes y para el aprendizaje y la calidad educativa. Entonces, resulta imprescindible seguir mejorando nuestro aprendizaje acerca de cómo promover el bienestar socioemocional de manera tal de generar espacios que resulten propicios para la formación y desarrollo de los más pequeños(as). No olvidemos, juntos podemos construir una Buena Convivencia.
Dino C. Palavecino C.
Psicólogo.
Encargado de Convivencia.
Inspectoría General.