Guía familiar para prevenir el ciberacoso, sexting y grooming

La convivencia escolar es comprendida como el conjunto de las interacciones y relaciones que se producen entre todos los actores de la comunidad. Considera todas las relaciones y refiere a aquellos modos de convivir que se quieren promover tales como, el trato respetuoso, las relaciones inclusivas, la resolución dialogada y pacífica de conflictos, entre otros. Asimismo, la convivencia escolar busca identificar aquellas formas de convivencia que se quieren evitar, como el uso de la violencia, la agresión o la discriminación. Los problemas de convivencia escolar no sólo se producen en el marco de las clases presenciales en los establecimientos educativos, sino también en el marco del mundo digital. Esto resulta un aspecto critico dado el contexto sanitario actual pues las relaciones sociales se han multiplicado en el espacio digital.
En este contexto, es necesario tener en consideración los siguientes tres conceptos que se vinculan con la ciberseguridad: En primer lugar, el ciberacoso o ciberbullying, definido como el acoso o intimidación por medio de las tecnologías digitales. Este, puede ocurrir en redes sociales, plataformas de mensajería, plataformas de juegos, etc. Es un comportamiento que se repite, que busca atemorizar, engañar, enojar o humillar a otras personas. El segundo concepto es el sexting, que se refiere al envío de contenidos eróticos, sensuales o pornográficos por medio de dispositivos tecnológicos como los equipos móviles o mediante el computador. En tercer lugar, encontramos el grooming, delito en el cual un acosador miente, cambia de nombre, edad, sexo e invita a chatear, jugar y a mostrarse ante la cámara web en secreto, solicitando que los padres no se enteren. En este tipo de delito, los criminales realizan acciones deliberadas para establecer lazos de amistad con un menor de edad en internet. Entregan información falsa que permita ganar la confianza de los menores con el objetivo de obtener una satisfacción sexual mediante imágenes eróticas o pornográficas del niño, niña o adolescente, o incluso como preparación para un encuentro.
La ciberseguridad es un aspecto esencial cuando se busca enfrentar los diversos peligros que nuestros hijos(as) pueden encontrar en internet. Dentro de las precauciones y recomendaciones generales para el uso adecuado y seguro de internet por parte de niños, niñas y adolescentes podemos indicar:
1. Respetar la edad mínima para el uso de redes sociales, que es de 13 años, y acompañar a los adolescentes en la creación de sus perfiles, asegurándose de que protejan adecuadamente su privacidad.

2. Es importante transmitir a nuestros hijos e hijas que los mismos valores son aplicables en el mundo real y en el mundo virtual. Para ello debemos ser un ejemplo en el uso de los dispositivos móviles y electrónicos privilegiando la comunicación cara a cara y los tiempos en familia.
3. Conocer y utilizar adecuadamente las herramientas de control parental que permitan supervisar, prevenir y detectar posibles contenidos o situaciones indeseables que puedan estar experimentando nuestros hijos(as).

4. Establecer reglas claras para un uso seguro de internet, por ejemplo, acordar los sitios que pueden visitar y cuáles no.

5. Supervisar y acompañar el uso de tecnologías para realizar tareas, guiar la etapa inicial del uso de internet.

6. Supervisar el uso recreativo de internet, considerando el tiempo dedicado a actividades digitales, el tipo de contenido que vean y las personas con las que se relacionan en línea.

7. Realizar acciones en los dispositivos y cuentas de nuestros hijos(as), tales como instalar un antivirus, cambiar contraseñas o revisar las opciones de privacidad para controlar quién puede ver lo que publican.

8. Promover que no compartan contenido que pueda dañar, herir o avergonzar a otros o a sí mismos. En caso de encontrar algún tipo de contenido de ese tipo, enseñarles que deben informárselo a un adulto, no interactuar ni mucho menos compartirlo.

9. Conocer la lista de contactos, seguidores o seguidoras de nuestros hijos(as). Bloquear o restringir el acceso a aquellas personas y cuentas que no conozca.

10. Establecer espacios y horarios libres de pantallas, dormitorios y espacios de descanso, así como momentos de comidas o reuniones familiares.

11. Promover que los dispositivos móviles se carguen fuera de la habitación durante la noche, previniendo su uso durante el periodo de descanso.

12. Cuidar especialmente la sobrexposición a pantallas en párvulos. En el contexto actual los estudiantes han debido permanecer más tiempo frente a las pantallas, por ende, limitar el tiempo a sólo lo estrictamente necesario.

Dino Palavecino C.
Psicólogo
Encargado de la Buena Convivencia escolar
Inspectoría General

Fuente: Política Nacional de Convivencia Escolar. Mineduc