Aprendizaje, proceso a través del cual el ser humano adquiere o modifica sus habilidades, destrezas, conocimientos o conductas, como fruto de la experiencia directa, el estudio, la observación, el razonamiento o la instrucción.
El avance de las neurociencias entrega un conjunto de herramientas que posibilitan un mejor desarrollo del aprendizaje en los estudiantes. Es así como nuestra labor, ha alcanzado un gran realce en estos últimos años, puesto que estamos llamados a resguardar es que todos los estudiantes tengan la posibilidad de potenciar sus habilidades, destrezas y conocimientos sin que se vea afectado su desarrollo personal, independiente de las dificultades que presenten en el ámbito académico y social.
Entendiendo el contexto en el que nos hemos enfrentado como país, producto de una pandemia mundial (COVID-19), es que el aprendizaje de los estudiantes ha generado un impacto negativo, “El proceso de enseñanza, con todos sus componentes asociados, debe considerarse como un sistema estrechamente vinculado con la actividad práctica del hombre, que en definitiva, condiciona sus posibilidades de conocer, comprender y transformar la realidad que lo circunda”, Ilean Alfonso Sánchez, Diciembre 2003.
Las clases presenciales se han visto interrumpidas por un período prolongado de tiempo, sin la posibilidad que los estudiantes puedan sociabilizar con sus pares, sin el apoyo de redes y en confinamiento además teniendo que adaptarse a una nueva modalidad de clases (Plataforma educacional a distancia), lo cual ha sido un desafío tanto para los estudiantes como para todos quienes ejercemos la docencia teniendo que recurrir a las tecnologías como la gran alternativa a los procesos de enseñanza-aprendizaje.