Cada 21 de junio se produce en el hemisferio sur de nuestro planeta el fenómeno del Solsticio de invierno, hito que marca el final del otoño y la llegada del invierno.
Para nuestros pueblos originarios el Solsticio de invierno representa el regreso del sol desde su punto más lejano a la tierra, trayendo consigo un nuevo comienzo y la renovación de la vida en la naturaleza y las personas.
En nuestra comunidad educativa, el Solsticio de invierno se constituye como una instancia de reflexión, invitándonos a detenernos a revisar lo que hemos realizado y proponernos nuevas metas para el futuro.
En este contexto, el día viernes 23 de junio, niños y niñas desde medio mayor hasta kinder participaron de una significativa ceremonia, en la que se generó un espacio de reflexión en torno a lo que implica el solsticio de invierno tanto para nuestra naturaleza, como para nuestro ser interior.