Pese a que la llamada Inteligencia Artificial (IA) ya está presente entre nosotros desde hace un tiempo, el año 2022 que pasó será recordado como el primero en el que este concepto tuvo un primer gran impacto cultural, con plataformas al acceso de grandes y niños que quisieran experimentar su potencial.
Una buena explicación es que la inteligencia artificial (IA) consiste en un programa informático capaz de ejecutar tareas y procesos que tradicionalmente requerían de una inteligencia humana.
En ese sentido, a través de algoritmos creados por expertos humanos, el programa puede aprender comportamientos y realizar predicciones sobre distintos temas para facilitar nuestra vida. Por ejemplo, la IA nos permite resolver algunos problemas, reducir el tiempo de algunas tareas, y elegir las mejores decisiones para determinadas situaciones.
No debemos olvidar que la IA, es una simulación de la inteligencia humana, que detrás de esos mecanismos está el trabajo y programación de personas reales, que los robots o las máquinas no son en ningún caso más inteligentes que los humanos y que no tienen sentimientos ni criterio propio
Algunos ejemplos de cómo se ha buscado aproximar esta tecnología a la niñez:
1. Asistentes inteligentes y cuentacuentos: algunos asistentes de voz como Alexa, de Amazon, vienen precargados con una serie de cuentos clásicos, originales, mitos y leyendas que puede relatar como un audiolibro. En el caso de los dispositivos con pantalla reproduce una animación sencilla que acompaña el relato, lo que lo vuelve más atractivo para los niños.
2. Juegos educativos: con el uso de narrativas inmersivas y divertidas es posible estimular la curiosidad de los niños utilizando el juego como una forma positiva de reforzar el conocimiento y adquirir nuevos aprendizajes. Un ejemplo es Yibu, un videojuego que incluye sensores que detectan los datos ambientales como la luz, el sonido o la temperatura, permitiendo una experiencia educativa inmersiva que promueve la interacción con el entorno y no sólo con la pantalla.
3. Uso terapéutico: otro de los beneficios de la Inteligencia Artificial es su aplicación terapéutica, como el caso de niñas y niños que viven con algún trastorno del espectro autista. El uso de IA ha tenido buenos resultados cuando se utiliza como herramienta para mejorar las habilidades de interacción y conversación dentro de escuelas, dado que los niños que pertenecen a este grupo se sienten más cómodos al interactuar con las computadoras porque son predecibles y lógicas. Sin embargo, aún es necesario realizar más investigaciones y desarrollar experiencias enfocadas en este público.