Richard Buckminster Fuller (1895-1983), fue un arquitecto, diseñador, visionario, escritor e inventor, famoso por el estudio que hizo sobre los domos geodésicos. Intentó crear un espacio para habitar más sostenible y más humano, que además pudiese ser fácilmente construido por cualquier persona.
Partiendo de la figura geométrica más sencilla y más resistente que existe, el triángulo, y basándose en los sólidos platónicos, desarrolló una de las estructuras más fuertes que se conocen, su forma curva es capaz de soportar terremotos de gran magnitud, además de vientos huracanados o la acumulación de nieve; son estructuras que se autosustentan, por lo que no necesitan columnas, y son relativamente fáciles de construir y transportar.
Construir una cúpula geodésica puede ser una experiencia maravillosa, en la que se aprende a diseñar un espacio más auténtico, más sano y menos agresivo con el entorno. Su uso no está limitado únicamente a la vivienda, también podría ser un invernadero, sala de yoga, sala de juegos para los niños, aula de innovación, salón de eventos, sala de entrenamientos, entre otros.
Realizar un proyecto de Domo sustentable frecuencia 2 ó 3, según sus propósitos personales y materializados en una maqueta, con materiales que se encuentran en casa fue el último desafío que le planteó la profesora María Concepción Rodríguez a los estudiantes de tercer año medio del electivo “Diseño y Arquitectura”, obteniendo un gran resultado, producto de su investigación, creatividad, talento, oficio, constancia responsabilidad y superación.