Didácticas innovadoras y prácticas de alto impacto en matemática

En los últimos años la educación ha afrontado nuevos retos, en cuanto a la implementación de estrategias didácticas innovadoras, que utilicen las tecnologías de la información y comunicación (TIC) con el fin de fortalecer los puentes entre docente y el estudiante; así mismo, han ido apareciendo nuevas formas de construir el conocimiento con características interactivas, que permiten mantener la atención de los estudiantes con mayor éxito.
Lo anterior sumado al contexto mundial en el cual nos encontramos debido a la pandemia (COVID-19), demanda una profunda transformación en las competencias de los docentes, para ajustar los procesos de enseñanza- aprendizaje. Teniendo en cuenta que tanto los estudiantes como los profesores nos encontramos en un nuevo escenario (educación a distancia), siendo este un proceso dinámico que debe ser evaluado constantemente para poder cumplir con el objetivo de que los estudiantes adquieran los conocimientos y competencias de la asignatura, por lo cual ahora más que nunca la retroalimentación formativa y continua toma un papel protagónico.

Lo anterios nos ha exigido incorporar elementos tecnológicos al entorno educativo que favorezcan la atención, conversación y reflexión entre los estudiantes y el docente. Generando instancias que motive al estudiante a participar de la clase, otras donde el estudiante tome el rol protagónico realizando acciones que potencien su autonomía y por último instancias de feedback en donde tanto estudiantes y profesores analicen la toma de decisiones construyendo así un aula democrática.

Se trata de combinar las prácticas pedagógicas presenciales, así como los recursos educativos que proveen los entornos virtuales de aprendizaje, tales como: presentaciones, foros de discusiones, simuladores para construcción de diagramas, hojas de cálculo para análisis de datos numerosos, y plataformas que promuevan la comunicación para una retroalimentación continua y oportuna.

Utilizando la instancia de confinamiento forzado como una oportunidad que nos permite desplegar innovaciones en los escenarios donde ocurre el aprendizaje, con el fin de enfrentar los nuevos retos en la formación escolar frente a las exigencias de la educación en el siglo XXI.