Actualmente nuestra sociedad se muestra como una compleja estructura de pertenencias e identidad, producto de la globalización y el acceso a internet que elimina las fronteras. Si somos capaces de desarrollar en el educando su sentido de identidad y colaborar para que se instale en la realidad que habita, le haremos más consciente de su cotidianeidad, su ser social, podrá totalizar su experiencia de ser persona.
La identidad es una compleja respuesta a preguntas como: ¿Quién soy?, ¿Qué soy?, ¿Cual es mi papel en la vida? Por lo tanto la acción que desarrolla el educador es trascendental por su implicancia en el comportamiento social que tendrá con posterioridad el estudiante.
Diferentes autores nos hablan de la identidad como una forma de organización de la conducta, habilidades, creencias e historia de los individuos, como una imagen consistente de sí mismos, que conlleva elecciones y decisiones que van a formar parte de su vida. Se enfatiza en el esfuerzo por encontrar un sentido de si mismos y del mundo, proceso sano y vital que sirve para estimular el desarrollo. Por lo tanto una herramienta como esta, puede ser de mucha ayuda a un alumno que en cuarto año de enseñanza media quien tendrá que tomar decisiones relevantes.
Entendiendo que todo proceso enseñanza-aprendizaje tiene un objetivo irrenunciable para el docente, ubicar al alumno en la realidad que habita, este proceso se transforma en el camino por el que el alumno se desplaza, y la identidad cultural será el medio de transporte que lo moviliza a través de la comprensión de los códigos socioculturales, que constituyen el entorno con el cual se interrelacionara.
Por todo lo anterior resulta ser de suma importancia incluir, en la formación de nuestros estudiantes, la educación artístico-cultural.
{gallery}galeriahome/2015/extraescolar/cultural{/gallery}